Tus senderos

Desde siempre te conocí,
Leí sobre vos,
Aprendí a quererte y respetarte.
Te transmití a quienes yo conocía y a quienes no.
Te defendí y defendí mis creencias sobre vos.
Te agradecí eufórico en mis alegrías e imploré desesperado en mis tristezas.
Te busqué, te busqué y te sigo buscando. Pero en medio de mis ruidos nunca te encuentro.
Sólo te siento ahí, caminando por tus montañas, cuando la brisa acaricia mi rostro y el sol entibia mi alma fría.
Cuando saco afuera mis preocupaciones,
Cuando mis pasos caminan tus senderos,
Cuando dejo de pensar en mí suelo y comienzo a apreciar tu cielo,
Justo ahí es cuando tu presencia me llena, me cubre y me abraza.



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